jueves, 17 de marzo de 2011

Camuflaba su astucia bajo sombrero y gabardina.

Nunca tuve la paciencia suficiente para cualquier cosa ,desde la papiroflexia, hasta algo tan cotidiano como la fritura de un huevo. El simple hecho de esperar podía amargar mi existencia sin dificultad alguna, pero jamás lo llegué a ver como un defecto, es más, encontraba defectos a la forma de ser de todos y cada uno de los individuos que se cruzaban en mi camino, menos en la mía. Pero como en todo lo bonito e iluso, siempre llega el ser que se dedica a escachar tus teorías y a dejar tu figura de '' persona con un grado de ignorancia básico'' en ''ignorante a secas''.
Transcurrió en una de esas asquerosas mañanas de mayo. Me encontraba ya sentada en el asiento del metro a cuatro paradas de mi destino, con la mochila ocupando el sillín del acompañante, para evitar, de este modo, cualquier tipo de acercamiento hacia mi persona. Subió entonces él, el típico sesentón con aires bohemios, sombrero y expresión inocente. Dirigiéndose a mí de este modo:
- Pequeña, ¿está ocupado este asiento?
-No- respondí secamente con una cara que contradecía mi respuesta.

-Cuando me da por pensar de noche en mis defectos me quedo dormido inmediatamente- comentó como quien empieza la típica conversación de extraños que únicamente tienen en común el espacio y tiempo elegido para utilizar el transporte público.

No hubo ninguna palabra más en el corto trayecto que recorrimos, pero, si algún día nuestros caminos vuelven a encontrarse, jamás sabrá el tiempo que demoró dicha frase en mi mente. Eso sí, desde entonces, siempre llevo sombrero.

sábado, 12 de marzo de 2011

El algodón de azúcar envidia su dulzura casi tanto como yo.

El pequeño J. añadía pinceladas a los mundos etéreos de muchos con una dulzura prácticamente imposible de alcanzar si tu corazón así no lo sentía. Con su sonrisa dibujaba las fronteras de la realidad inalcanzable,pero te tendía una mano,eso sí, para que las conocieses a su lado.
Su piel olía como la tarta de manzana mejor preparada, y sus ojos del color del chocolate, poseían una profundidad incalculable, que llevaba ni más ni menos, al centro de su ser.
De su mano brotaban cantidad de mundos e historias en los que cualquier efímero ser quería adentrarse, si sus conocimientos de la cruel realidad eran mínimos. Triángulos, rojos frambuesa, adoración por los pequeños mapaches y una cabellera azabache eran los rasgos que me había permitido conocer, anteponiendo su preocupación por mi sonrisa.
Yo quería que supiese que algún día podría volar a donde sus sueños le condujesen, que con su corazón no habría puerta que se le cerrase y si alguna cometía dicho atrevimiento, siempre quedaría una ventana que jamás le negará el paso.
Nunca nadie pensó que la ternura podría ser ofrecida de manera tan directa; ahora yo lo pienso y no cabe espacio para las dudas en mi pequeña cabeza.Espero que en la tuya tampoco, adorable mío.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Retroceder y no soltarte nunca, tonta.

En la lúgubre habitación donde actualmente me hospedo sólo hay hueco para el silencio y los arrepentimientos. ¿Qué se puede esperar de un sitio en donde las toallas no son cambiadas? Nada,absolutamente.
¿Recuerdas nuetro primer cigarrillo? Es un momento que he anhelado, cordialmente.Nos creíamos duras por el simple hecho de pudrir nuestros pulmones. Pero si fuese por retroceder, otro, otro y otro.
Añoro los momentos que jamás viviremos juntas, añoraré esa borrachera que jamás tendremos y esos pensamientos filosóficos que nunca compartiremos.
Espero que te cunda el por qué de nuestra separación. Ahora no tengo tiempo para más reflexiones sentimentales, me toca llamar a recepción para que repongan el jabón de una vez.


domingo, 6 de marzo de 2011

La ausencia nunca fue tan táctil.

No quiero escribir la típica entrada, no quiero renunciar a tan solo una palabra, quiero recolectar todos los momentos vividos y por vivir, almacenarlos e incluso desterrar algunos bajo llave sin un mínimo contacto con el exterior.
Quiero reducir mi grado de ignorancia diario, crecer por dentro, soñar por fuera.
Respirar cada vocanada de aire como si de la última se tratase. Amargar mis penas en el alcohol o en un simple hombro que me sirva de apoyo en el día a día. Sonreir, ser correspondida.
Enseñarte la correcta pronunciación de una palabra inglesa; que me enseñes cualquier cosa por estúpida o efímera que te parezca.
Recorrer caminos a ciegas, siendo tú, mi guía y mi ser, mi esencia y mi propósito.
Lamentar lo pasado, echar de menos lo nunca experimentado.
Perderse en la obviedad.
Porque algunos corremos ya que nunca nos han enseñado a andar.Porque algunos vivimos en la ignorancia o con credibilidades propias a cada individuo;porque en ocasiones todos formamos parte de un colectivo que nos puede llevar hasta nuestra consciente destrucción.

''The world can be a very big place so be yourself don't get out of place.''
Luke Pritchard.

Para concluir, permitidme un capricho,algo que me resume, un todo y un nada:

'' Para cantar primero hay que abrir la boca. Hay que tener dos pulmones y algunos conocimientos de música. No es necesario tener un acordeón, ni una guitarra. Lo esencial es querer cantar. Así, pues, esto es una canción. Estoy cantando.''
Henry Miller