sábado, 10 de julio de 2010

Un día como todos los demás.

16:30, se me hace tarde, el tiempo no está a mi favor hoy, ducharme y el simple reflejo de una estúpida chica con el pelo naranja me hacen desperdiciar esos pequeños segundos en los que debería estar preparándome, pero la inseguridad vuelve a venir a mi mente y parece que está entrelazada contigo, ¿ por qué eres tan importante cuando no hemos intercambiado una sola palabra? Es una de las muchas cosas que me quedan por entender.
Mi vista busca el pequeño reloj para saber cómo voy de tiempo, y me sorprendo a mí misma recapacitando en que he perdido 15 minutos pensando en ti.
17:00 Vuelves a venir a mi mente mientras escojo los vaqueros pensando en cuáles te podrían gustar más, imaginando, al mismo tiempo, lo bien que te sientan esos pitillos grises. No aguanto más, quiero tenerte a mi lado como tantas veces lo he imaginado pero en ocasiones resulta tan imposible una idea semejante...
18:30 Ya estoy aquí, pero ni rastro de tus pantalones ceñidos y tus sudaderas, no sé si todo esto ha merecido la pena. Extraño a esa chica a la que no le importaba nadie que no fuese ella, ¿cómo pude cambiar tan rápido? Otra pregunta retórica, para variar.
22:00 Tras pasar una de las peores tardes entre otras, por fin te veo aparecer, esta vez, tus vaqueros son negros, al contrario que tu camiseta.
Deparas en mí y disimuladamente, me miras, y cuando no lo haces, son mis ojos los que están contigo y te siguen.
Simplemente me gustaría poder descifrar una mirada, nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

clever lines unread on clever napkins